Memoria del olvido / instalación, 2004

Instalación / 2004

El olvido es una emisión sin respuesta, un llamado que nadie atiende, una carta que ya no se abrirá. En el plano social, esta signado x la indiferencia. Es lo que esta y no se ve, es lo existente para unos y no para otros. Es vacío. Es lo abandonado, lo dejado. Desde aquí, para lo olvidado se supone una existencia previa y, en tanto, objetos, un uso. Pero no son solo las propiedades del objeto en si, sino que también es la contextualización espacial de los mismos la que confiere y afirma el carácter de olvido.
Si el olvido presupone una existencia en un momento dado, cabe preguntarse si ¿toda existencia, aun pese al olvido, deja huellas?, y, ¿hasta donde esas huellas, físicas y/o simbólicas, permanecen en la memoria?
El redescubrimiento del pasado aporta niveles críticos que permiten mirar el presente y, fundamentalmente, a la construcción del futuro de manera diferente. Si esto no sucede, si este nivel crítico no se presenta, todo lo archivado cae en las sombras del olvido.