Trabajo Capital












































             
















El sistema no sólo afecta a los modos de producción y consumo de los objetos que las prácticas
culturales generan y distribuyen, sino también, y de forma decisiva, a los propios sujetos.
Las mercancías nos deslumbran. Pertenecen a un mundo encantado. Son objetos encantadores,
fetiches; nos obligan, nos compulsan a comprarlos. Pero existe en ellos un misterio.
Las mercancías nos obnubilan de tal modo que nos impiden ver el proceso y las condiciones de
producción de las mismas; nos velan la mirada.
Habitando en el mundo de las mercancías la vida humana se cosifica. 
Todos somos cosas, mercancías.





*Karl Marx. “El Capital”, 1867.






Puertas abiertas, San Isidro.













  






Tierra Capital














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Dibujos - tinta s/ papel. San Pedro, Prov. de Bs. As. / 2013.